
El cerebro desprecia la realidad y crea la suya propia. Los sentidos nos engañan. Gana el pensamiento más profundo, el más arraigado en la memoría, el que aprendimos cuando eramos pequeños.
Ahora, la tecnología permite visualizar los secretos que habitan en nuestro mundo interior, en estos complejísimos paisajes de millones de neuronas, que soportan nuestra inteligencia. El cerebro actúa como un microchip, recibe miles de millones de bits de información por segundo. El reto de la neurociencia es saber cómo, ante tantos estímulos, somos capaces de generar una imagen coherente.
Los olores evocan sentimientos, la emoción y el olfato hacen más fácil recordar. Pero ¿qué pasa cuando perdemos nuestra capacidad de oler? Informe Semanal ha hecho un viaje al interior del cerebro, de la mano de científicos españole que trabajan en el proyecto internacional Blue Brain. Microscopios con técnicas de nanotecnología para intentar prevenir enfermedades. Experimentos confirman que ciertas enfermedades degenerativas pueden prevenirse. Lo más importante no es la regeneración celular sino la capacidad de conexión de nuestras neuronas. Los científicos necesitan saber ahora sobre qué dialogan entre ellas.
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